Un indio que quiere ser banquero. Un sacerdote quiere ser drag. Un negocio que quiere crecer en exceso. Un humano que no puede ser. Un reflejo que ser quiere. Un taxista que quiere ser terrorista que quiere ser presidente que quiere ser maniquí que quiere ser pudín. Un psiquiatra que quiere ser Napoleón. Un racimo de gente aria, quiere ser uva. Un profano que quiere ser vértigo que quiere ser empanada. Un ser nocturnal que quiere ser fluidez que quiere ser abrazos. Un panda que quiere sumergirse que quiere ser puta que quiere pintar. Animal que quiere ser palabras que se repiten. Un silencio que quiere volar. Estoy esperando en una fila de fin del mundo (o de fin de mes) y me doy cuenta que odio las filas y que me gustan por igual las palabras: atrapado, estancado, atascado y atorado. Quiero regresarme y preguntar algo que no quiero que quede inconcluso en mi vida, sin embargo algo me detiene, me quedo pensando y talvez me muera sin saberlo, creyendo que tenía la razón.
Published on 19 septiembre, 2011
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