Minutos
Foto: Nora Miño Es ese tiempo, que no es mucho, justamente, el que queremos perder, sin reembolso. Un instante, ese que nos sobra, dilapidado irremediablemente. Morir no es tan malo, lo malo es que morimos, sin saberlo, sin entender nada. Dejamos de estar presentes y nos arrepentimos ausentes, en un lugar innombrable. Aprendemos a callar con mayor frecuencia que cuando hablábamos, sin saber lo que decíamos. Esos silencios que nos unen, ese mutismo que nos imponen, esas ganas de decir cosas que callados nos tragamos y enseguida se nos quitan. Autoalabado sea ese clamor que nunca sonó y que cuando no debía ser escuchado fue exhumado para después morir otra vez y después de muerto gratuitamente, gastritis.
