Yo no me quería morir así sin preguntar. Agradezco haberlo hecho sumido en el desconocimiento. Me arrepiento no haber gritado más en la calle. Y no saco pecho de haber opinado cientos de veces sobre banales trivialidades. Cuando moribundo saqué cuentas, me vi enfrascado en este intenso trip que es morir. Mi herencia son estas palabras, no dinero, no rencor, nada que injustificadamente, carezca de color. Te dejo vagos recuerdos del pasado, que para eso nadie es inútil. Voy a pedirte que me recuerdes exclusivamente cuando no tengas en qué pensar. Secretar ya no tengo qué. Ahora soy libre de una forma inadmisible, sin fronteras, pasaportes y banderas. Ahora sí soy lo que quiero, hablo como puedo y me mantengo en pie sin buscarlo. Sé que te conozco porque alguien te mencionó alguna vez en una conversación. Morir es una microtragedia estrechamente relacionada con el no saber vivir. ¿Me estás preguntando? Estos suspiros son de rebeldía, de muerte.
Published on 17 noviembre, 2013
Deja un comentario

