La falta de color de tus sombras, se tiñe por ahora de un gris desesperanzador, se convierte por razones ajenas al entendimiento humano, en un arcoíris blanquinegro, que lloroso de angustia esquiva lo estéril, atesora lo incorpóreo, no complace a nadie, no a nivel carnal. (Cristal que hace presa de la humedad, sollozamos palabras sobrantes, tomamos distancia como si no estuviéramos lo suficientemente lejos ya). Buenos días fálicos, plagados de instrumentos sin existencia, mezquino amanecer descafeinado, tú y tu puta vida light. (Imágenes de un microondas circunvaliente, al que le circuncidaron la programación para poner a un triste plato de comida dando vueltas sobre su propio eje). Me soborno dándole la espalda al espejo, ese que tantas veces me mostró mi yo impresentable. (Alucino ante mis egos, esos cientos de personajes que escondo y a los que les hago un casting cada mañana antes de salir al escenario. Disuelvo cada idea concreta que tengo para escribir algo con hilo conductor, soy el sicario de mi propio progreso, cada mañana doy un golpe de estado sin víctimas mortales que fortalece esta oposición constante que desarmada aflora contra mí). Detalles que alguna humanidad sabrá apreciar, que todos los amores de mi vida sabrían cómo encontrar solemnes. Solo por hoy soy mi álter ego mejor presentado. Guargüeros asfixiados con corbatas de clóset. (Me rehúso a salir sin anteojos a mirar de reojo este pedazo de tierra que alguien sembró en mi vereda, estas frases cursilachas e interesantonas que nos dijimos porque en ese precioso instante creímos en el amor, por error, por idiotas, no porque sí). Se llena la sala de preguntas pero los créditos no llegan. Empiezan los susurradores a tapar la boca del resto a punte de aliento granulado, los enormes contenedores de maíz reventado empiezan a explotar. Se quedan todos en silencio esperando una explicación que saben no llegará. Alguien tose y tose. (Las respuestas no están en el estacionamiento. Como fórmula lógica extraemos los lugares comunes, las escenas que se pudieron evitar y esa risa entrecortada que nunca supimos donde hacer encajar). Fin.
Published on 22 febrero, 2014
Deja un comentario
