Month: agosto 2014

Soñando impropiedades

Cuando me dejas sin ti y te llevas contigo, me gusta imaginar que sigues por ahí, que a una distancia imprudente, desapruebas mis exabruptos, te descolocas. Me gusta pretender que me miras, no sé para qué, es mi forma de justificar esta pertinaz desolación, supongo que necesito amarte, no me molesta imaginar que me miras. Invento diálogos que podríamos haber mantenido, los repito en mi mente, interpreto a todos los involucrados, corto, y vuelvo a empezar. Me gusta suponer que lo sabes todo de mí, que añoras nuestros años inmorales, que desde tu exilio me reprendes, que satanizas mis pecados. Me gusta fantasear con que tu mirada sigue fijada a mí, que todavía significo, que pasado no fui, que por las razones equivocadas, aún me recuerdas. Me gusta creer que sientes mi dolor, que físicamente nos lo repartimos, que no pasa un día sin que nos duela, que sufrimos unánimemente. Me gusta sumergirme en la fantasía de que estás, que manoseo tu compañía, cada maldito domingo lleno de inoportunidad. Tengo dos mil catorce amigos, ninguno sabe donde vivo. Me gusta soñar …

Mezcladitos

Foto: Nora Miño. Quito, años treinta. Señora de cincuenta años, de sociedad, sube al bus y le dice al indígena que va sentado: ¡Levántese papito, para que se siente la patrona!. Le da una palmada en la espalda, esa misma que el patrón pegaba, esa que carga cajas de madera llenas de fruta, fruta ajena, esa espalda que lleva por peso, quinientos años de no entender nada. Él se levantó, con su poncho aroma a lluvia y sin prácticamente alzar a ver, casi que se disculpó asintiendo con la cabeza. Nuestro Ecuador está lleno de racismo. Un racismo multitarget, de todos contra todos, una histeria colectiva para ver quién es el más humillado y/o el menos fracasado. Varias generaciones que creen haber nacido en pesebres ‘boutique’ y tienen el ‘longo/indio de mierda’ en la punta de su lengua racista, tal vez de manera inocente, incluso inconsciente. El racismo se lleva en los genes, pero depende del heredero, seguirlo alimentando o lentamente desvanecerlo. Un buen amigo me dice que sus tías son racistas, todos tenemos en nuestras familias, raíces …