Baño en sangre
No quise guardarme este relato solo para mí, así que, aquí va. Lo leo una y otra vez, con lágrimas en los ojos, especialmente de nostalgia. «Esas mismas leyes son las que nosotros quisimos crear en el pasado» me dijo, mientras suspendía su mano en el aire, como quien se aferra a un pedazo de su ilustre pasado. En esas ocasiones me recordabas a Velasco Ibarra, no te dije. Atesoraré por siempre y más que cualquier posesión, esos instantes contigo. Me sentaba a visitarte y escuchar las historias de tus visitas a recónditos rincones, donde te reunías con extravagantes comerciantes, y para mí el tiempo se detenía. Jamás intenté imaginar los escenarios que me describías, no hacía falta, tus palabras eran magia, escuchando tu voz sabía que cada palabra, representaba la más absoluta verdad. Me hablabas y en el devenir de tus palabras, la vida se resumía, la mía, la tuya, a esa altura era difícil distinguir. Conocías muchas personas importantes y ellos a ti, me gustaba imaginar que habías tenido esas experiencias, solo para poder transmitírmelas. Como si la …
