Month: septiembre 2015

Penúltimamente

Maldita la gente envenenada, que insulta para convertirse, en el indiscutible perdedor de una discusión. Una banderita ecuatoriana now and then. ¿Se puede uno volver inmune a tanto odio? Debería ser un derecho humano que nadie te pueda obligar a envenenarte con tal o cual veneno. Un cebiche con uve o con be. Tengo miedo a convertirme en ellos, aunque nunca nadie se convirtió en nadie. Un continuo loop que se mantiene mal que bien. ¿Y qué hago con el veneno? Hay que aprender a rechazarlo sin contagiarse. Sorbetes de acero para beber maracuyás introducidos. Me siento inválido, no puedo rechazarlos. No sucumbas ante el masoquismo. Siento restos de petróleo entre los dientes. Soy mi propio hallazgo en este coctel de pobres criterios. Autodescubrirte es vencer el más sofocante de los ostracismos. Verdes frutas esperando alineadas una razón para huir, o la muerte, o ninguna de las dos, o las dos. Escarbando en mi interior no encontré ningún helado sabor a esperanza. La esperanza no es cuestión triste. Mis sílabas favoritas se diluyen, antes de hora, evanecen. El …