Los pendejos que creen que los pendejos son los otros y viceversa
no queda nadie más en las calles todos vamos solos no necesitamos interacción vida en formato express entes simples de mediática recordación y linchamiento inmediato con libros sobrevalorados experiencias borrosas todo más corto neblina pasajera lecturas de quinientas palabras soledades tumultuarias videos de máximo dos minutos retórica antediluviana no hay tiempo hablándonos a nosotros mismos ablandándonos ante una multitud de desconocidos ocupados dejando de ser nosotros con la esperanza de que alguien te haga el más mínimo caso engendros universalizados ese neurólogo que sin saberlo no dejó que lo ignorara con teléfono inteligente dinamitándonos la visión encadenar frases al azar hasta que formen un todo con algún sentido o un algo con ninguna significación con la urgencia de tuitearlo antes de vivirlo en lugar de irte a ver te hago canciones es mi estúpida forma de quererte al menos es mejor que cuando no existías y no te hacía canciones ni nada ni bien acabamos de cagarla buscamos flamantes proezas de las que arrepentirnos sobrevivientes de muertes verdugos de esa vida que nos hemos obligado a llevar magníficos cómplices de la miseria de los que nos rodean sicarios de billar abrazos atropellados que llevan a otros …
