Escritos
Comments 2

Morir recurrentemente

Photo: Jonathan Jácome [@jmalagana]

Morir se ha vuelto recurrente. Hasta Facebook está lleno de muertes. No conozco a alguien, que no haya perdido a nadie. Incluso «estuve» en misas, en las que jamás hubiera estado, acostumbradotes a convivir con la muerte, versados en pésames virtuales. Mi reverencia para los que perdieron a alguien, para los que perdieron a más de uno, mi reverencia para los que no estarán más. El miedo a la muerte que antes era tan solo una crisis existencial pasajera, hoy es un compañero más, uno que sacamos a la calle todos los días, y que se queda en casa esperándonos, se sienta con nosotros a comer, se ríe. Y todo se mezcla, el mismo día te apedrean el bus, sube el pan, cae ceniza, los casos siguen en aumento y perdiste el trabajo, de nuevo, se mezcla todo, a la misma hora se murió alguien, y alguien más, no puedes ir a tantas misas al mismo tiempo, te faltan palabras para escribir pésames, de experto pasaste a inútil, en veinticuatro horas o’clock. Ya no quiero seguir escribiendo sobre la muerte, pero es un tema tan recurrente, ya nadie tiene ropa negra limpia para ponerse, las mismas flores alcanzan para todos, repetimos abrazos. Te bajo una luz para que la puedas fotografiar, te hago un chiste aunque sea el peor momento posible, no te sirvo un café para que no parezca velorio, te dibujo una sonrisa sin querer, trato de animarte a seguir adelante, mientras el ánimo nos hace retroceder. Es tan recurrente esta muerte, que somos como la sección de avisos fúnebres, del pueblo más de mierda, que podamos imaginar.

1 comentario

  1. Avatar de Jacqueline Granda Marcillo
    Jacqueline Granda Marcillo says

    Las palabras de «Morir recurrentemente» es un texto que retrata de forma real y poética lo que ha pasado antes y que sigue pasando ahora en una nueva realidad, que se conjuga no solo con la muerte rondando sino flotando cada vez más cerca y no solo de pocos sino cerca de todos.
    Hemos perdido a seres queridos y sentimos que es nuestro deber mantener su memoria y honrar su presencia ausente con nuestra transcendencia, aunque a veces es difícil solamente sonreír, pero no imposible.
    Gracias por tan bella fotografía acompañada con palabras que nos llevan a la reflexión.
    Jacqueline Granda Marcillo

Replica a Jacqueline Granda Marcillo Cancelar la respuesta